l presidente de Argentina atraviesa por un desafiante momento político, en medio de escándalos de presunta corrupción y tras la contundente derrota de su partido en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires.
El partido peronista opositor triunfó en los comicios y dejó al partido gobernante La Libertad Avanza (LLA) en un distante segundo lugar.
Según los recuentos oficiales provisionales, los peronistas obtuvieron el 46,8% de los votos en toda la provincia, mientras que el candidato del partido de Milei obtuvo el 33,8%, con el 82,2% de los votos escrutados.
Milei admitió que la aplastante derrota de 13 puntos de su partido de derecha frente a sus rivales populistas representó «una clara derrota».
«Hemos sufrido un revés y debemos aceptarlo con responsabilidad», aseguró el mandatario argentino a sus simpatizantes en la sede del partido, con un tono reflexivo, incluso escarmentado.
“Si hemos cometido errores políticos, los asimilaremos, los procesaremos y modificaremos nuestras acciones”, recalco.
Aun así, el presidente se comprometió a mantener su profunda reforma económica, afirmando: “No habrá marcha atrás en la política gubernamental”.